El esloveno Primoz Roglic (Jumbo Visma), número 1 del ránking mundial de la UCI, espera recuperarse al cien por ciento para afrontar la Vuelta al País Vasco, del 5 al 10 de abril, después de la caída que sufrió el pasado domingo en la París-Niza, donde se dislocó el hombro y perdió la carrera que había dominado con tres victorias de etapa.
El doble ganador de la Vuelta sufrió una dislocación de hombro en una doble caída en la última etapa, lo que le costó el triunfo final en beneficio el alemán Maximilian Schachmann, quien hizo doblete, ya que también se impuso en 2020.
"Por supuesto que estoy decepcionado, pero el mundo no se detendrá', dice el esloveno, convencido de que podrá llegar a tiempo para sus próximas carreras.
Roglic, de 31 años, descansará unos días para curar sus lesiones y heridas, y espera estar en condiciones en la salida de la "Itzulia" el 5 de abril en Bilbao, con una contrarreloj de 13,9 kilómetros.
"Pudo ser mucho peor, pero por suerte digamos que estaré bien probablemente en un par de días o en una semana. Quedan tres semanas hasta la Itzulia y luego dos semanas entre medias antes de las clásicas. Hay muchos desafíos por venir. Todavía puedo sacar algunas cosas realmente positivas de la participación en la París-Niza".
Roglic, ganador de la Lieja-Bastoña 2020, sufrió dos caídas en la última jornada de la París-Niza, la última de ellas decisiva para quedar descolgado y perder una carrera que tenía prácticamente en el bolsillo.
A pesar del accidente, y con el "culotte" destrozado, Roglic dio una lección de pundonor al tener que perseguir en solitario al grupo de rivales que se marchó por delante por el triunfo. Quedó fuera de top 10, pero la impresión que ofreció hasta el accidente fue de dominio y superioridad.
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