Incluso Peter Sagan estará en la línea de salida. El eslovaco, perenne maillot verde del Tour de Francia, descubrirá a sus 30 años el Dauphiné pese a que el recorrido no le ofrezca apenas opciones de victoria, teniendo además que vigilar de cerca a Wout Van Aert.
Con el calendario puesto patas arriba por la pandemia, este año el Dauphiné es todavía más útil, incluso indispensable, para preparar el Tour, que da comienzo el 29 de agosto.
En esta edición del Dauphiné participarán los 12 primeros de la última 'Grande Boucle' así como dos de los grandes ausentes de aquella edición: el holandés Tom Dumoulin y Roglic, el hombre a batir luego de su cómoda victoria en el Tour de l'Ain por delante de Bernal, vigente campeón del Tour.
Para ambos ciclistas la competición de esta semana es como un segundo 'round'. Bernal, no obstante, recuerda lo obvio: el objetivo principal sigue siendo el Tour.
"Soy optimista, siento que progreso", opinó el domingo el joven colombiano de 23 años, que no quiso parecer preocupado por la superioridad de los Jumbo de Roglic con respecto a sus Ineos y a la discreta actuación del británico Geraint Thomas, vencedor del Tour-2018. "Hay que mantener la calma, era una carrera de preparación".
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