Un jugador que tosa de forma voluntaria hacia un rival o hacia el árbitro durante un partido podrá ser sancionado con una tarjeta roja, decidió este martes la International Board (Ifab), garante de las reglas del juego.
Incluso en el fútbol profesional, donde los jugadores son sometidos a test con regularidad y por ello existe menor riesgo de contagio por COVID-19, la Ifab indicó que el árbitro podrá decidir que eso constituye un gesto peligroso o insultante.
"Al igual que en todas las violaciones del reglamento, el árbitro deberá juzgar cuál es la naturaleza real de esta violación", explicó la Ifab.
"Si es claramente accidental, el árbitro no podrá actuar, al igual que si la tos se produce a una distancia suficiente de cualquier otro jugador", añade la Board.
La Federación inglesa de fútbol, por su parte, indicó este martes que esta medida será aplicada a nivel amateur con carácter inmediato.
Sin embargo, abrió la puerta a una simple amonestación por "actitud antideportiva" si el incidente no es lo suficientemente grave para justificar la expulsión.
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